¿Qué es el ópalo?

El ópalo es una forma no cristalina del mineral sílice. Está emparentado con minerales cristalinos más comunes como el cuarzo y el ágata. Se diferencia de otros minerales en que se forma a partir de grumos amorfos de sílice, en lugar de cristales facetados naturalmente. Su composición química es SiO₂H₂O, dióxido de silicio combinado con agua (una piedra de ópalo puede contener hasta un 30% de agua). Su dureza en la escala de Mohs se sitúa entre 6,0 y 6,5, similar a la del cuarzo. La mayoría de los ópalos tienen entre 65 y 145 millones de años y se encuentran en la capa de roca cretácica, periodo en el que los dinosaurios poblaron la Tierra.

El ópalo suele encontrarse cerca de la superficie terrestre, en zonas donde antiguamente fluían manantiales termales. Estos minerales brotaron del subsuelo y, lentamente, a lo largo de los siglos, recubrieron las paredes de cavidades en la roca madre. Más del 90 % de los ópalos gema de calidad mundial provienen del sur de Australia, aunque también se pueden encontrar en otras partes del mundo, como Etiopía, Brasil, México, Checoslovaquia y Nevada. El ópalo negro proviene exclusivamente de Australia.

Para definir el ópalo en términos sencillos, es un mineraloide sólido (tiene características minerales, pero no lo es) que se solidifica a partir del dióxido de silicio, compuesto químico que proviene de cavidades en vegetación, madera y huesos en descomposición. Científicamente, el ópalo se conoce como SiO₂·nH₂O, una mezcla de dióxido de silicio y agua. A diferencia de otras gemas, el ópalo se presenta en muchas variedades: blanco, azul, rojo, negro e incluso incoloro. Su característica más singular es que muestra todos los colores del espectro debido a la interferencia y difracción de la luz al atravesarlo. En otras palabras, el brillante efecto arcoíris del ópalo, tal como se percibe al observarlo, cambia drásticamente según el ángulo de visión.

Variedades de ópalo

Existen dos variedades principales de ópalo: precioso y común. Los ópalos preciosos presentan la característica llamada «juego de color» y son relativamente raros. El ópalo común es opaco, carece de valor y se encuentra en abundancia en todo el mundo. El ópalo común no presenta juego de color. Cuando se encuentra junto con ópalo precioso, se conoce como potch. Alrededor del 95 % de todo el ópalo extraído de los yacimientos es común o potch, básicamente de un solo color. El 5 % restante tiene algo de color, pero aproximadamente el 95 % es de calidad mediocre. Por lo tanto, solo alrededor del 0,25 % tiene algún valor real. Otros tipos de ópalo incluyen el ópalo de fuego, que es transparente o translúcido; un ópalo azul conocido como ópalo peruano; y el ópalo girasol, que proviene principalmente de México y exhibe un brillo o lustre azulado que sigue la fuente de luz, sin presentar juego de color.

El ópalo es sedimentario

El ópalo es una de las pocas gemas de origen sedimentario. Aún contiene entre un 6 y un 10 por ciento de agua, vestigio de aquel antiguo mar. Los buscadores de oro australianos hallaron las primeras piezas de ópalo precioso en 1863. Un gran porcentaje del ópalo comercial estable del mundo proviene de Australia, y existen tres regiones distintivas de donde se extrae: Lightning Ridge (cuna del ópalo negro), los yacimientos de Coober Pedy, Mintabie, Lambina y Andamooka, en Australia Meridional (principales fuentes de ópalo base claro), y los yacimientos de Queensland, donde se origina el ópalo de roca.

Opalescencia

La característica más llamativa del ópalo es su capacidad para refractar y reflejar longitudes de onda específicas de la luz. De hecho, el término «opalescencia» se acuñó para describir este fenómeno. El tamaño y la disposición de las esferas amorfas de sílice dentro de la piedra refractan longitudes de onda específicas de la luz; cada esfera refracta un único color espectral puro, de forma similar a las gotas de agua en un arcoíris. La interacción de estas longitudes de onda puras de luz confiere al ópalo su singular atractivo visual y lo convierte en una de las gemas más codiciadas del mundo.

Historia del ópalo

Los ópalos contienen las maravillas del cielo: arcoíris brillantes, fuegos artificiales y relámpagos. Al igual que el cielo, los colores del ópalo cambian y centellean con el movimiento; la combinación de colores y patrones hace que cada ópalo sea único. El ópalo negro se descubrió por primera vez en Australia a finales del siglo XIX. Antes de su descubrimiento, el mundo solo conocía el ópalo cristal, que se extraía principalmente en Europa del Este. Muchas familias reales a lo largo de la historia han atesorado el ópalo, sobre todo en Europa y África. El ópalo más antiguo registrado fue hallado por el famoso arqueólogo Louis Leakey, quien encontró artefactos de ópalo de seis mil años de antigüedad en una cueva de Kenia. El historiador romano Plinio describió con razón al ópalo como la reina de las gemas, pues el ópalo es una combinación de la belleza de todas las demás gemas: «Hay en ellos un fuego más suave que el del rubí, el púrpura brillante de la amatista y el verde mar de la esmeralda; todos brillan juntos en una unión increíble. Algunos, por su esplendor, rivalizan con los colores de los pintores; otros, con la llama del azufre ardiente o del fuego avivado por el aceite».

Los ópalos han sido populares entre algunas de las figuras más importantes de la historia, como Cleopatra y Marco Antonio. Uno de los senadores romanos, compañero de Marco Antonio, poseía un ópalo que le recordaba tanto a Cleopatra que lo deseó con todas sus fuerzas. Cuando el senador se negó a vendérselo, lo exilió. El emperador francés Napoleón tuvo más éxito al regalarle a Josefina un hermoso ópalo con brillantes destellos rojos llamado «El incendio de Troya», convirtiéndola así en su Helena.

Los ópalos también fueron famosos en la literatura. Shakespeare comparó el juego de colores de los ópalos con el juego de la mente en el uso más célebre del simbolismo de las piedras preciosas en la literatura. En Noche de Reyes, escribe: «Que el Dios melancólico te proteja, y que el sastre te haga vestiduras de tafetán cambiante, porque tu mente es de ópalo». Durante algunos siglos, los ópalos parecieron desaparecer de la historia. Sin embargo, en tiempos modernos, la reina Victoria reavivó el interés por esta gema. La reina Victoria amaba los ópalos y a menudo los regalaba en bodas. Ella y sus hijas crearon una tendencia de moda al usar ópalos.

La reina Victoria fue una de las primeras en apreciar los ópalos de una nueva y fascinante fuente: Australia. La historia del ópalo australiano comienza hace más de 100 millones de años, cuando los desiertos del centro de Australia eran un gran mar interior, con sedimentos ricos en sílice depositados en sus costas. Tras la retirada del mar y su desaparición, dando lugar a la gran cuenca artesiana, la erosión ocurrida hace 30 millones de años liberó gran parte de la sílice en una solución que rellenó las grietas de las rocas, las capas de arcilla e incluso algunos fósiles. Parte de esta sílice se convirtió en el preciado ópalo.

Ópalo australiano

El ópalo se encuentra principalmente en Australia. El 95%, para ser exactos, se encuentra allí, lo que lo convierte en la gema nacional del país. El ópalo más grande y valioso, el Olympic Australis, fue hallado en 1956 en la ciudad de Coober Pedy, una importante fuente de ópalo. Otras fuentes incluyen Etiopía, Nevada, Idaho e incluso Marte, donde la NASA descubrió depósitos de ópalo en 2008. El ópalo etíope proviene de las provincias de Wollo y Shewa del Norte. El ópalo de Wollo, también llamado ópalo "Welo" o "Wello", se ha convertido en el ópalo etíope dominante en el comercio de gemas. El Instituto Smithsonian posee los ópalos negros más grandes, tanto pulidos como sin pulir, ambos procedentes de Virgin Valley, Nevada. El ópalo sin pulir se conoce como el "Ópalo Roebling", fue hallado en 1917 y pesa 2585 quilates. La versión pulida se llama "Pavo Real Negro" y pesa 160 quilates.

Los principales yacimientos productores de ópalo negro son Lightning Ridge en Nueva Gales del Sur, Australia, y, en menor medida, Mintabie en Australia Meridional. El ópalo negro más codiciado es el rojo o multicolor sobre fondo negro, muy difícil de encontrar. Estas piedras se tallan siempre en los yacimientos y se venden de inmediato. El ópalo de roca se forma en un nódulo de hierro marrón y se distingue por presentar, al tallarse, una fina capa de ópalo sobre una base marrón oscura. Este ópalo puede ser excepcional. El ópalo de Lightning Ridge suele considerarse el mejor y más brillante del mundo.

El ópalo es una de las gemas más bellas y preciosas del mundo, y una de las seis gemas utilizadas a lo largo de la historia, junto con los diamantes, los rubíes, los zafiros, las esmeraldas y las perlas. La palabra «ópalo» proviene del término romano «opalus», a su vez derivado del sánscrito «úpala». Es la piedra natal de octubre, pero desde el siglo XIX se le asocia con la mala suerte y la muerte, gracias a la novela «Ana de Geierstein», que utiliza el ópalo como elemento argumental. Sin embargo, sigue siendo apreciado y codiciado por los coleccionistas de gemas, a pesar de la superstición que lo rodea y su creencia en el mal de ojo, ya que es una pieza de colección magnífica para los aficionados a este tipo de gemas.

Compra ópalos

Black Opal

Crystal Opal

Boulder Opal

Ethiopian Opal