¿Los ópalos son gemas preciosas o semipreciosas?

Los ópalos son, sin duda, una de las gemas más bellas del mundo. Con su iridiscencia ardiente y sus vibrantes patrones, realzan la belleza de las joyas. Procedentes de diversos rincones del planeta —desde el interior de Australia hasta las montañas de Etiopía—, los ópalos ofrecen a los amantes de las gemas y la joyería la oportunidad de contemplar una pieza única.

A pesar de su atractivo universal, un vistazo a la historia de esta llamativa gema puede suscitar algunas preguntas. En primer lugar, ¿son los ópalos gemas preciosas o semipreciosas? Y, en ese sentido, ¿influye esta clasificación en el valor del ópalo?

Abordamos esta importante cuestión y explicamos la diferencia clave entre las gemas preciosas y semipreciosas. ¡Sigue leyendo para descubrir en qué categoría se incluyen los ópalos!

La confusión entre piedras preciosas y semipreciosas

Las gemas, minerales y rocas que se utilizan comúnmente en joyería se dividen en dos categorías: preciosas y semipreciosas. Desde aproximadamente el siglo XIX, esta clasificación ha ayudado a diferenciar una gema de otra. Sin embargo, el proceso de categorización es complejo, ya que actualmente existen muchos criterios diferentes a considerar. En general, esto conlleva a representaciones erróneas de ciertas gemas.

En general, la calidad y la rareza de una gema son dos factores que se consideran durante el proceso de clasificación. Los tiempos han cambiado desde la introducción de estos procesos con el descubrimiento de nuevas y singulares variedades de gemas. Por ello, los valores y precios de mercado han fluctuado a lo largo de los años. En definitiva, clasificar las gemas entre semipreciosas y preciosas se ha vuelto algo complejo.

Es importante tener en cuenta que algunas gemas se consideran preciosas en ocasiones y semipreciosas en otras. También existen variedades de la misma piedra (como el berilo) que pertenecen a ambas categorías. ¿Te resulta confuso? No te preocupes, analizaremos en detalle cómo diferenciar y comprender las gemas preciosas y semipreciosas.

¿Qué son las piedras preciosas?

Antes de responder si los ópalos son gemas preciosas o semipreciosas, analicemos qué significan realmente estos términos.

piedras preciosas

Suelen ser más caras y codiciadas que las gemas semipreciosas; sin embargo, no siempre es así. Generalmente, existen cuatro tipos de gemas consideradas «preciosas», que son las siguientes:

• • Esmeraldas

• • Rubíes

• • Diamantes

• • Zafiros

Aunque estas cuatro gemas preciosas son las más populares en esta categoría, existen muchas otras. En algunos casos, gemas que se consideran semipreciosas también se consideran preciosas. Por ejemplo, ocasionalmente se pueden ver perlas, jades o incluso ópalos considerados gemas preciosas. Sin embargo, esto es poco común, ya que estas gemas se consideran generalmente semipreciosas.

¿Por qué? Pues bien, todo se reduce a las cualidades únicas de cada gema, que hacen que el proceso de clasificación sea tan complejo. Por regla general, los diamantes, los rubíes, las esmeraldas y los zafiros son las gemas preciosas más comunes. Así que, aunque a veces veas ópalos etiquetados como preciosos, recuerda que suelen clasificarse como semipreciosos. Veamos por qué.

¿Por qué los ópalos son piedras semipreciosas?

Aunque hemos mencionado que los ópalos a veces pueden considerarse piedras preciosas, estas hermosas gemas se consideran más a menudo semipreciosas. ¡Y no son las únicas piedras semipreciosas!

¿Qué son las piedras semipreciosas?

Aparte de las cuatro gemas mencionadas anteriormente, casi todas las demás se consideran semipreciosas. Además de los ópalos, gemas como la amatista, la aguamarina, el lapislázuli, la piedra lunar, la perla y el cuarzo rosa se clasifican como semipreciosas; ¡y estas son solo las más comunes! Existen muchas otras piedras semipreciosas, todas igual de hermosas que las preciosas, tradicionalmente más caras.

Cuando la industria de las gemas y la joyería comenzó a clasificar las gemas como preciosas o semipreciosas, era principalmente una forma de distinguir las cuatro gemas preciosas principales del resto. En aquel entonces, estas cuatro gemas eran más caras, más raras y más codiciadas. Sin embargo, si algo hemos aprendido de la industria de las gemas, es que los tiempos cambian y, con ellos, los criterios para identificar las gemas valiosas.

Puede que existan más gemas semipreciosas como el ópalo, pero eso no significa que sean menos bellas, caras o raras que las piedras preciosas. Los ópalos son un excelente ejemplo de ello. Se pueden encontrar ópalos a precios más bajos en el mercado, ¡pero también ópalos increíblemente bellos, raros y caros!

Así pues, aunque a veces los ópalos se clasifican como piedras preciosas, en su mayoría se consideran gemas semipreciosas. Pero, como bien saben los amantes de los ópalos, ¡esto no significa que sean menos “preciosos”!

¿Qué hace que las piedras preciosas sean preciosas o semipreciosas?

Ahora que entendemos las gemas comunes que se clasifican como preciosas y semipreciosas, intentemos precisar por qué se categorizan de esta manera. A veces resulta un poco confuso, ¿verdad?

Si bien algunas gemas pueden clasificarse como semipreciosas (como los ópalos), la mayoría son semipreciosas. Solo los diamantes, rubíes, esmeraldas y zafiros se consideran exclusivamente preciosos, y tradicionalmente, también tienden a ser más caros. Resulta confuso que algunas gemas se encuentren ocasionalmente en ambas categorías, lo cual suele deberse a la falta de normas estrictas en su clasificación.

Como se mencionó anteriormente, las gemas se clasifican según su rareza y calidad. Por eso, puede haber fluctuaciones en la categorización de algunas gemas. Además, si bien las gemas preciosas suelen ser más caras que las semipreciosas, esto no siempre es así.

Es posible encontrar que algunas piedras semipreciosas son más caras que las preciosas en el mercado. Lo mismo ocurre con la rareza de una gema. Por ejemplo, se puede tener un diamante, considerado precioso, pero menos costoso, y un ópalo, considerado semiprecioso, pero poco común. En este caso, el ópalo semiprecioso podría ser, de hecho, más valioso que el diamante, independientemente de su clasificación.

Por regla general, y excluyendo diamantes, rubíes, esmeraldas y zafiros, casi todas las piedras preciosas son semipreciosas. ¡Es así de simple!

¿Importa si los ópalos son preciosos o semipreciosos?

En realidad, muchos líderes del sector consideran este sistema de clasificación obsoleto y arbitrario. La categorización entre piedras semipreciosas y preciosas no solo resulta confusa, sino que tampoco es del todo precisa a la hora de determinar el valor de una gema. El proceso de clasificación de las gemas no se basa en datos científicos, por lo que es fácil sentirse confundido al intentar distinguir entre ambas.

Además, existen formas mucho más fiables de valorar los ópalos , incluyendo su origen, familia de gemas, estructura química y popularidad.

El precio y la rareza no son los factores principales a la hora de analizar qué hace que una gema sea deseable o bella. Cuando se implementó el sistema de clasificación, las gemas preciosas solían ser sinónimo de gemas más caras y valiosas. Hoy en día, esta lógica no se sostiene dada la enorme variedad de joyas que existen en el mercado.

En resumen: debes comprar una gema según tu gusto y deseo personal, no según su clasificación. Porque, al fin y al cabo, ya sean preciosas o semipreciosas, las ópalos son uno de los tesoros naturales más espectaculares del mundo. ¡Y por eso, todas son verdaderamente preciosas!

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